miércoles, 27 de mayo de 2020

ALREDEDOR DE TI

Girar es mi camino.
Espérame al final
de la última vuelta.
Confirma tu querer.
Yo viajo en torbellino
alrededor de ti.

viernes, 15 de mayo de 2020

Aislado entre su aroma y su belleza,
pregunto si el jazmín llora a escondidas.
Si da fruto el olvido en Hiroshima
como lo hacen las vides
en las cuajadas lavas tinerfeñas.
Me pregunto si el mundo entero sabe
que hay vida entre las piedras de Atacama.
Si precisa consejo el que llora sin ojos,
sobrevive sin agua, olvida lo más grave;
el terreno arrasado por las llamas
y a su vez es por ellas abonado.

miércoles, 6 de mayo de 2020

PARA QUE AMANEZCA GRANIZANDO DESAMOR

El siempre es todo aquello
que es siempre buen momento para lo que sea.

Para que amanezca granizando desamor.
Para cumplirse el sueño ácido en que te ves por la calle caminando desnudo.
Para que no haya viento siquiera que te eleve
si te has quedado en pluma sobre el suelo
del pájaro que fuiste.
Para que la vida deje de dolerte, para volver a dejar de creer. Para mandar al infierno toda esperanza.
Para nacer de nuevo del vientre de un milagro. Para tomar un café. Para que llegue el poema o rompas todos tus lápices. Para cruzarme contigo en cualquier esquina del destino, y vuelva a dolerme la vida, y vuelva a creer, y vuelva a sentirme vivo.

Eso es el siempre.

YA ESTÁ MÁS CERCA EL DÍA

Escribo porque siento sonar
el tiempo en mi reloj interno,
y me duele.
Escribo a veces
cansado de esperar
aquello iluminado
que me obliga a escribir.
Entonces busco una luz parecida,
o me la invento.
Y escribo como a golpes
de engaño.
Tal vez con ello
no le haya matado
pero dejo algo así
como herido
al sonido del tiempo
criminal que me apuñala,
por un momento.
Pero yo sigo esperando siempre.
Yo espero esa luz sin sentido.
Yo sigo escribiendo.
Sé que es inútil,
que de mi cuerpo a su tierra
no hay camino que yo aprenda.
Sí lo hay al contrario.
Entonces escribo
como quien camina,
por pura constatación
de mi existencia.
Escribo como quien hace uso
a diario
de todos sus sentidos.
Yo también pero tengo seis.
Escribo preguntándome,
pero no busco respuesta.
Por las galerías de mi casa
fluye una corriente fresca
que alcanza mi cuerpo,
la noto,
y ya es motivo para escribir.
O podría escribir sobre el recuerdo,
sobre el olor de tu pelo
en mi memoria
que se va pareciendo
al de las pastillas de jabón
en los cajones
de las antiguas cómodas.
Oh sí,
del tiempo que fuimos marqueses
en palacios de ilusión,
la vida quedaba
algo así como más allá
de Finisterre
pero el tiempo
instauró su república puedo escribir.
O sobre por qué en realidad
soñaba de niño
con hacerme arqueólogo
o marinero submarino,
como un visionario.
Pero sobre todo
escribo como quien quiere adueñarse
del tiempo.
Decorarlo a su antojo.
Llenarlo a su capricho.
Que ese todo lleno de nada
que nos aniquila no esté vacío.
Que no pase por mí como si nada.
No tengo discurso.
Escribo a vuelapluma.
Soy el efecto de cosas que causan
y no entiendo.
Ésas que siempre ando esperando.
A veces llegan, me ciegan un instante,
y luego me abandonan y se van.
Busco puertas,
canciones de esmeralda,
mapas,
senderos que allí me lleven.
Y así colmo de un yo no sé sin sentido
mi existencia, implorando de continuo
estar tocado de esa luz sabia
que no tiene respuestas.
El tiempo me consume
y sigo sin ser arqueólogo ni marino.
Ya está más cerca el día
en que todo
quedará más allá de Finisterre,
reinos y repúblicas,
viejos planetas y supernovas,
tu pelo y los jabones.

lunes, 4 de mayo de 2020

CAMINO DE LAS SIETE OLLAS

El lunes va sin zapatos.
sin balas ni cartuchera.
El sol le escuece en los ojos
fuera de la madriguera.

Camina por las cunetas
de las siete carreteras.
El miedo es como un caballo
galopando en la pradera.

Los lunes no tienen techo
ni paredes. Todo es fuera.
En la guerra de los días

de otra semana cualquiera,
el lunes marcha descalzo,
con el alma en la trinchera.


P.D. Y el aire es gratuito. Y yo no quiero más que respirar.

LUEGO VENDRÁN

Luego vendrán los infiernos,
tan hondos y tan fríos
como tan alta y cálida es esta gloria
al recordarte.
Dejadme este momento
en el que todo soy amor
y nada más que poesía.

sábado, 2 de mayo de 2020

SOBRE LONGEVAS PIEDRAS

Comenzaba con medio sillar visible,
terminaba en tres,
tras una veintena de metros.

Así era la base
de la pared posterior
de aquella iglesia,
justo al inicio de la ladera.

Ladera que al otro lado del camino
circundante del templo
caía medio en picado,
sombreada por altos pinos
inclinados hasta el grito de asombro,
fruto de la gravedad y de los fuertes vientos.
Si una piña caía,
rodaba hasta las tapias del pueblo.

Reclinado, una mañana cualquiera,
sobre las longevas piedras
del eclesiástico muro,
Arsenio escribía como el que ora:

No estés lejos de mí mucho tiempo.
La tierra, más allá del sendero,
es peligrosa.
Desde mi alto árbol inclinado,
fruto de la gravedad y de los fuertes vientos
temo caer y rodar como una piña.
Al pie de las tapias del mundo,
no habrá quien mi comprenda.

Salvo si da la tapia a tu casa.

viernes, 1 de mayo de 2020

AQUÍ ESTOY

Aquí estoy, emprendiendo otra noche,
en medio de la vida.
Con mis pequeñas manos
abro surcos, vierto la semilla.

La noche es un oscuro callejón.
Los ojos de las cosas parecen que me miran.

Los cuadros de los muros,
el cactus y el geranio,
la lámpara de mesa,
un cofre en miniatura.
Sobre su tapa un barco
navega con las velas extendidas.
Sobre la mesa un libro de poesía.

Pero las cosas no miran.
Soy yo el que las mira,
dotándolas de una mirada que no es fría.

Emprendiendo otra noche,
rodeado de cosas que han cobrado vida,
con mis pequeñas manos,
disfrutando esta suerte de sentidos,
abro surcos y vierto la semilla.
A veces estoy loco y te digo que te quiero.
Otras veces no lo estoy pero veo que lo que te dije es cierto.
Y me pongo a llorar como un loco.

  Allá por las últimas alturas respirables le dijo el zángano último a la abejita reina: -Frótate una de tus últimas patitas por entre la úl...