martes, 30 de octubre de 2018

LA TÚ DE ENTONCES

¿Y si un día jugáramos
a desenamorarnos?
Inventa que no me conoces,
que tú eres de nuevo la tú de entonces,
tan tu perfume ignoto para mí,
tan ajena a mis delirios, tan promesa
de aquello que serías luego,
es decir, ahora, tan mi mitad,
tan mi tú, tan mi oxígeno.
Qué dolor de aire malgastado en
aquel tiempo,
yo tan necesitado.
En qué empeños soñaría mientras
dormías tu sien,
la mía con esos labios de nubes
que me han volado sobre lejanas tierras,
vastos prados,
altas cumbres
de las que nunca se vuelve.
Fresca en tu ayer, entregada al culto
de tu no existirme, ya eras simiente programada
para mi corazón dolido, profano en mil
materias, ávido de brotes y esquejes
que en tus manos hoy germinan
donde obtengo
cierta pócima que apacigua
mis naufragios,
que dilata con placeres mis insomnios,
que endulza mi visión
de este agrio mundo.
No, no te devuelvas a tu ayer,
no juguemos a eso.
Sé siempre mejor este presente mío,
y tuyo, de los dos, y de la noche cálida y completa,
y del día bien empleado que se prolonga más allá
del crepúsculo.
Quizás tú no lo sepas todavía,
pero he encontrado un rumbo,
está en las sendas azuladas de tus venas,
donde por fin camino, respiro el aire,
y hollo la tierra después de tanta lluvia.

sábado, 27 de octubre de 2018

HAY LUGARES

Hay lugares (con muy mala fama por cierto) a los que
no es necesario avanzar
para llegar a ellos.

Como acérrimos guardianes de un gran
misterio, permanecen impertérritos
esperando nuestra llegada (segura, inevitable, dolorosa, quién sabe también si necesaria).

¿Cuándo?

Tan sólo ellos lo saben.

AL VERTE

El verte aunque sea un segundo me llena. Estoy aquí meditando sobre ello. En el mirarnos hay un entendimiento entre nosotros que no se entiende, se siente. No es lenguaje de palabras, es otra cosa. Uno deja de sentirse humano, individuo que actúa basado en el raciocinio, para convertirse en planta o animal. Uno no cae en ese instante en lo absurdo de andar buscándole la lógica, se siente un calor, una verdad, pero con alas y escurridiza que no se deja someter ni encarcelar para escribirla sobre un papel, es libre porque viene de lo libre, no precisa de la palabra. Ahora sí puedo hablar sobre ella, pero eso no es crearla, la medito, la investigo, la escribo, pero no dejo de ser con eso un mero periodista o un investigador. Ella, esa verdad o luz o calor es por sí misma, nacida de no se sabe qué, invisible, pero existente. A esa verdad no le importa lo más mínimo que se la entienda o no ni de dónde viene ni a qué. Es. Esa verdad es. Yo sé de ella hoy por ti, se siente uno feliz en tus ojos, lleno, sin dudas, despegado de cualquier problema, seguro. No hay más.

YA SÉ QUE PUEDO

Ya sé que puedo morirme tranquilo, el mundo que soñé he comprobado que existe. Lo corroboran mis labios y mis manos, también algún que otro apéndice, como la nariz, por ejemplo, o mis orejas, que también son otro de los ejemplos. Mis ojos se lo tienen muy creído: se piensan todopoderosos frente al resto de mis sentidos, y bien sé que eso no es cierto: ellos no saben a qué sabe tu saliva ni a qué huele tu cuello, ni lo suaves que son tus párpados ni del murmullo de tu respiración. Eso sí, si ellos te ven, el resto de mis sentidos se ponen en amorosa alerta. Démosle el privilegio de ser los supremos vigías de mi dicha, ésa que tú encarnas a la perfección.

jueves, 25 de octubre de 2018

ALGO ME DICE

Bajo tu pelo, o bosque sobre la montaña mágica hay una caverna escondida, una gruta donde se concentran todos mis mejores momentos, aquellos que viví mucho antes de conocerte. En ella me adentro y puedo ver por ejemplo el mar desde ahí, entre los riscos lunares de El Torcal; huelo a pinsapo regado por la lluvia cerca del Torrecilla y el río Majaceite baja frío y con ligero brío por Benamahoma. Entre altas cumbres nevadas veo cómo nace el Genil; hay aroma de tahona en las calles recién amanecidas de Güejar-sierra y bajo las aguas de un embalse hay sepultado un pueblo: si el embalse desaguan despunta un campanario. En el hayedo meriendo pan y tocino más arriba de la ermita de El padre Eterno; bebo agua milagrosa en Pampaneira y un vino cobrizo y turbio. Piso la tierra, es mullida, cálida, siento que pertenezco a ella. Me adentro aún más. Bajo corriendo la empinada calle por un balón una vez, dos, diez veces, y vuelvo a subir y sigo metiendo goles sin cansancio. Más adentro. Estoy trepando por la pared de piedra hacia el cerro donde imagino batallas, asedios, torreones encantados. Más todavia. Unos brazos fuertes me sujetan cuando comienzo a pedalear, luego me sueltan y no me caigo. Más aún. Recién conozco el olor de la mejorana; quizás no sepa escribir ni leer todavía. Veo una luz amarilla y una escalera larga y estrecha en una bodega triste, mis primos pasean por los patios sobre una Orbea mastodóntica, yo les disparo con mi pistola imaginaria. Más aún. Veo un chupete que mojan en azúcar y meten en mi boca. Y ya no puedo adentrarme más, ya no veo más hondo. Todo eso y mucho más que ahora vuelvo a ver con claridad está escondido dentro de ti, bajo tu pelo. Sé que resulta extraño, pero algo me dice que lo comprendes.

miércoles, 24 de octubre de 2018

TUS PÁRPADOS NO

Vivir en tus ojos,
como se vive el mar
en una caracola,
es traspasar
yo no sé qué frontera
de luces, de entendimiento.

Existir en tus pestañas,
como se existe el aroma
de la cortada flor,
es prolongar mi ser
prendido en yo no sé qué viento.

Divisar en tus pupilas
otro mundo, otra visión,
tan parecido en sus formas
al mío,
pero tan tuyo en colores,
yo no sé por qué auroras
de mayo
cabalga mi sentimiento.

Pero tus párpados no,
ésos nunca los cierres.
Qué dolor de arrayanes
entre las sombras muriendo,
qué estertor de atardeceres,
de amarguras qué fragor,
como una tarde de entierro
en invierno,
como el final de un triste cuento.

lunes, 22 de octubre de 2018

PASTOR ERRANTE

Vive en mí un presente,
una incansable factoría de momentos
todos encaminados
hacia la sala
de los buenos recuerdos.
Me transforma las calles,
detiene la lluvia, el frío,
hace del lunes domingo.
Me arropa con embozos
bien alineados
aniquilando mi alienación.
Ríe en mis suburbios apenados
y su sonido es como una escala de sintonías
a la que amarro mi afonía,
y en breve canto,
y en breve contoneo alma y cuerpo
y soy tallo y espiga
mecida en su viento.
Destella, mi presente destella vida.
Nunca es de noche
ni en el valle ni en las cumbres
de sus palabras.
Yo, pastor errante,
en las trochas de paisaje bravo
de sus faldas, en los prados,
en el brillo de luna de sus ojos,
en el suave tacto
de su piel de nube
quiero instalar mi choza,
en el tierno pasto
de sus manos,
en su voz de arroyo claro.

domingo, 21 de octubre de 2018

DE CORAZÓN Y DE TIEMPO

Percibo la invitación
del prestamista, ha visto botín.
Es de corazón y de tiempo,
pero yo no quiero sonar
en esta noche
a materia desollada.
Porque la música es buena; este
aire aromatiza mejor el tabaco.
Porque pesa, un papel en blanco
pesa
cuando está colmado el embalse
y las ascuas
de la tuya aún titilan en mi piel.
Porque los caminos siguen siendo
caminos en la noche
aunque los cubra
de sombra,
aunque los pies estén quietos.
Fluya la sangre entonces,
pero calle,
aguarde el pájaro la luz,
y olvide el ruido que perturba.

viernes, 19 de octubre de 2018

Por una vez que la vida
                                     
                     (La verdad verdadera
dónde está,
esta capa de estratos
que piso dónde acaba,
dónde termina
lo que hay más allá
de donde alcanzan
mis ojos,
cuál es el límite.
Aceptemos este sueño
tal cual, que
             
          (-Te quiero como a la rama,
             asido el menudo pájaro,
             del vendaval azotada.)

todos los sueños sean uno,
démosle suelo
donde caminar,
paredes que nos resguarden
del frío,
fundemos un hogar,

               (-Pasan pájaros noctámbulos
                  entre una niebla confusa,
                  negra de sombras, errada.)

voten algún partido,
adquiramos mascotas,
discutan un equipo,
vayamos a la moda,
lloremos películas,
canciones,

             (-Como simiente en lo oscuro,
                entre terruños y estiércoles,
                germino por ti, mi amada.)
                 
leamos un libro,
recen si quieren,
pero soñemos,
soñemos mucho,
antes de que amanezca
y sea ya tarde para despertar.)

                             te invita a bailar
no es cuestión de pensarse el comprar zapatos nuevos.

jueves, 18 de octubre de 2018

A VECES EN LA VIDA

A veces en la vida asoma la vida.
No hay manual, entierra tus
poesías, que no hay canto más
hermoso que vuestras propias
palabras. Explora, descubre, brilla
y vibra en el relámpago del beso.
Aniquila aquel saber prescrito.
Sé nuevo, es decir tú, quien fuiste y
niño, natural como en la nieve el brillo.
Olvida la oscuridad que te rodea
porque en el centro hierve un diamante.
Escribe ahora tal la experiencia,
relátala como prórroga del jadeo,
de seguido y necesario oxígeno.
No temas, la belleza es por sí
misma. Mas no hagas nunca para
otros consigna de tu relato. Que
en el papel tu palabra no ilumine
ni siembre, sea en él como el aire
en la montaña o dos seres que se
aman ciertamente.

sábado, 13 de octubre de 2018

TAMBIÉN CON MIS DERECHOS

En las tundras de mi soledad, terca
y extraña, llovía sobre mí en la ciudad sin miedo el agua de los viejos cuencos.
Todo era alegre y lejano con denuedo
cerca mío, y era un parque verde y soleado, y olía a café y había despilfarro de risas y rechinar de columpios, o tímidos murmullos tal vez de amor o secretos, preocupaciones varias venteadas a la tarde sin viento. Busqué la callejuela amarga y su sombra. Encontré el vacío, su silencio. Apenas cuatro pasos me faltaban para el llanto. Preciosa la vida detrás de la pantalla. En mi bolsillo una llave, tabaco, mechero, algún dinero. Y un puente o puerta con aldaba inerte desde la mañana. Un bar que recién abren, punto perfecto de desencuentro. Me siento. El sol ya declinaba, la sangre se licuaba. Coches que pasan. Una mujer me mira impropiamente con tu mismo cabello. Y suena la aldaba sujetando el suicidio de la primera lágrima. Tus palabras como abrazos previniendo autopsias. Y un sol languideciendo renació en mi boca. Y de pronto fui transeúnte también con mis derechos.

lunes, 8 de octubre de 2018

Cómo decirte

Cómo decirte
que ya no escribo poesía,
que yo soy el poema.

Que me sobra el pan
y el aire
porque vivo
de tus besos,
lo que me falta.

Tengo virtud de viento
y vuelo si te pienso.

Pero no soy nada
en esta terca distancia.

Silencio,
noche cerrada.
Y estás lejos.
Y el mar brama.

jueves, 4 de octubre de 2018

ESTOY DE MUY MAL

Dicen que toda línea curva
es imperfecta,
que ampliada no es más
que una sucesión de rectas.
Dicen que el tiempo no tiene
esquinas; que si una estrella de mar
pierde un brazo
éste vuelve a nacerle,
y del brazo (huérfano de corazón matriz)
nace otra estrella.
Dicen que es infinito
ese cielo nocturno que ahora miro,
plagado de remotísimas galaxias, brillantes luces que apenas desde aquí alumbran para escribir un verso.
Se dicen muchas cosas, pero esta
noche estoy de muy mal
Santo Tomás.
En tus pechos quiero
comprobar beso a beso
dónde comienza y acaba
cada recta,
y detener en cada unión
los minutos, y despegarme de ti
un momento
para ver cómo te vuelvo a nacer,
cómo (mi corazón matriz)
en mí renaces,
y que el límite del cielo
está en el de tu boca,
punto de luz más que suficiente
para escribirte a pulso
y sin errar
cada sueño generado
en cada una de las mil y una noches
nacidas
de cada noche contigo.

miércoles, 3 de octubre de 2018

LIBRADOS DE SU NORIA

Qué pasaría si
andando el camino
nos salvamos.

Muerto para siempre lo sufrido,
ardida para siempre en el olvido
toda aquella glicerina,
siempre explotable
en cada anochecida, en cada
estación
del insomnio,
en cada rincón de la confianza herida,
de la esperanza renqueante,
del pusilánime curso de la sangre
cada vez
que pintaban vastos
filos agresivos
en cada callejón sin salida
de cada sueño...

Qué pasaría...

Turbados y torpes ante
la nueva luz
de un sol
sin flechas que nos hieran
por costumbre
las alacenas del alma
caminaremos
(la libertad no era más que el sueño, lo codiciado, lo utópicamente perfecto)
como burros que no saben
andar recto
una vez librados de su noria.

  Allá por las últimas alturas respirables le dijo el zángano último a la abejita reina: -Frótate una de tus últimas patitas por entre la úl...