Percibo la invitación
del prestamista, ha visto botín.
Es de corazón y de tiempo,
pero yo no quiero sonar
en esta noche
a materia desollada.
Porque la música es buena; este
aire aromatiza mejor el tabaco.
Porque pesa, un papel en blanco
pesa
cuando está colmado el embalse
y las ascuas
de la tuya aún titilan en mi piel.
Porque los caminos siguen siendo
caminos en la noche
aunque los cubra
de sombra,
aunque los pies estén quietos.
Fluya la sangre entonces,
pero calle,
aguarde el pájaro la luz,
y olvide el ruido que perturba.
domingo, 21 de octubre de 2018
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