Lata con agujeros llena de agua, sujeta en el extremo de una caña. Frazada, marmita, tentempié.
A todo eso me sabe tu deseo.
Yo me pudro. Tú me riegas. Arropas. Nutres.
Me sostienes.
Allá por las últimas alturas respirables le dijo el zángano último a la abejita reina: -Frótate una de tus últimas patitas por entre la úl...
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