La materia se me evapora.
Debo hacer algo.
Construir algo.
Dejar señal de algo.
Mis niñas crecen.
He de hacer algo.
Que cuando lo vean sientan algo así como unos labios
que aún pueden besarlas.
Poemas, algún libro, algún cuadro quizás.
Excavaré el papel con empeño campesino,
no dejaré en paz a mi cabeza.
O quizás algo más les dejaré,
una especie de manual con dos o tres consejos.
Que la palabra relojero puede llevar a engaño,
pues no es igual construir que reparar relojes.
Que un vestido, todos los vestidos, son un conjunto de hilos.
Que el bosque siempre está necesitado de más árboles, y os aceptará, pero para la propia protección del mismo bosque, y así perderéis vuestra identidad.
Así que sed constructoras de vuestros relojes, descomponer cada cosa en los hilos que la componen, y no pertenezcáis demasiado al bosque.
viernes, 3 de julio de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Si el poeta se duerme en su palabra, el pueblo al que le canta se empobrece. Si el pueblo se empobrece y adormila, el poeta se agranda, des...
-
Recuerdo con dulzura el aroma a colonia de hombres y mujeres que rodearon mi infancia. Hombres, eran hombres. Mujeres, íntegras mujeres. El...
-
Piezas para construir un poema: • Hemos cerrado nuestro taller de reparación de alas rotas de mariposa. • Pero muchos clientes siguen llama...
-
Allá por las últimas alturas respirables le dijo el zángano último a la abejita reina: -Frótate una de tus últimas patitas por entre la úl...
No hay comentarios:
Publicar un comentario