A veces las palabras no nos sirven.
A veces las palabras quedan cortas.
Ese árbol se mueve con el viento.
Nada dice ni nombra. Tal vez llora.
Tan hondo es su sentir. Se calma y dobla.
A veces las palabras son traidoras.
El humo se desliza hacia la puerta.
Siendo humo ¿por qué el aire le adora?
A veces las palabras nos traicionan.
¿Qué somos hoy, qué somos a esta hora?
¿El viento, el humo, o ese árbol que llora?
Medito la gravedad de las cosas.
Somos humo, restos de la razón.
Somos rendido y razonado amor.
Tú el viento quedo que besa mis ramas.
Yo el árbol silencioso que se dobla.
martes, 23 de julio de 2019
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