Escribir es hacer oposiciones a pavesa de cigarro.
Ahí tienes tu escrito, tu carta, tu novela, tu poema, tu artículo científico.
Ingrávido en el aire.
Minúsculo.
Gris. Sin vida.
Igual que una pavesa de cigarro.
Quien escribe lo sabe.
Como sabe que no tiene otro camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario