También tendrá su gloria
este infierno de estío,
de estación y pañuelo,
de barco y vela henchida.
Ya sé que tu mirada,
tan réplica de nieblas,
de vapor y naufragio,
será reina en mi otoño.
Si el poeta se duerme en su palabra, el pueblo al que le canta se empobrece. Si el pueblo se empobrece y adormila, el poeta se agranda, des...
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