Escribir sin lucidez,
sin búsqueda,
sin moralinas.
Escribir sin pensar en concreto ni abstracto,
sin ideas,
sin belleza ni artificios.
Escribir sin música ni ritmo,
sin silogismos, sin concatenaciones,
(po po po pó, efecto dominó, y germina
la semilla de la culpabilidad)
sin múltiplos ni submúltiplos,
sin letra tras letra, losa tras losa
calzada que se despliega, senda
hacia tal verdad ¿qué verdad?
Escribir a pie de presente,
sin recuerdos ni proyectos.
Escribir o tenderme en el Mar Muerto,
sin descensos, rutas ni andamiaje.
Escribir en paz con todo,
ni apagando ni encendiendo,
ni entendiendo ni sabiendo
ni sembrando ni con ansia de recolección,
muérase el alma si es preciso
en vuelo sin motor.
Escribir como única constatación de estar vivo,
sin rúbrica de lágrima, sonrisa o pálpito.
Escribir sin visión de crecimiento
o deterioro,
sin arqueologismos
ni lanzaderas espaciales,
desde
la máxima ignorancia
de temperatura o deseo,
desde el cero o el infinito.
Escribir como sobre mí
sobrevuela indiferente
con alto grado de indulgencia
esta tarde de domingo.
lunes, 11 de febrero de 2019
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me dicen mis cercanos que gasto mucho frío últimamente. Será porque es invierno o que ya pocas cosas me calientan. Será que estoy llegan...
-
Si el poeta se duerme en su palabra, el pueblo al que le canta se empobrece. Si el pueblo se empobrece y adormila, el poeta se agranda, des...
-
Ayer fuiste pirómana, hoy bombera. Si pudiera elegir te haría barrendera. Entreabro las ventanas porque vuelve el calor. Cualquier mínima b...
-
Poeta de cartera. Y no por lo económico, sino por el tamaño. En un bolsillo cabe, en una billetera -por haberlo doblado en tantas parte...
No hay comentarios:
Publicar un comentario