Atrás truenos, tempestades,
pedestales de la euforia.
Que mi ola más gigante
apenas pase de onda.
En esa quietud sonora
proclamaré mi misterio.
Abisal y laberíntico.
Negro como el pozo negro.
Denso, hondo, escueto, frío.
Acariciando el silencio.
Si el poeta se duerme en su palabra, el pueblo al que le canta se empobrece. Si el pueblo se empobrece y adormila, el poeta se agranda, des...
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