sábado, 19 de junio de 2021

 Hay poemas tan bellos, versos tan hondos,

que en ocasiones, al terminar de leerlos, beso la hoja del libro

en el que están impresos.

Y cierro el libro luego. Y cierro mis ojos despacio.

Toda la hermosura del mundo está en ese momento dentro de mí.

Es muy potente el asunto. Parezco una granada madura, o el capullo de un geranio en un patio cordobés, o un poeta de infantil rango que acaba de descubrir el mar.

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