PATIO ABANDONADO
La perfección del patio en su abandono.
¿Abandono? Abandono es libertad.
Mirad en vuestras calles por ejemplo
cómo insiste la hierba en las aceras.
Mirad cómo se yergue reiterada
bajo el peso de piedra en que naufraga.
¿Naufragar? Naufraga el asesor, el contable,
el comerciante.
Naufraga el jardinero, el músico, el poeta.
Naufragan los astrónomos, los magos, los amantes.
Pero la tierra nunca.
La tierra es como el mar, como el mar indomable,
como el mar caprichoso que alza islas,
vergeles, paraísos
que más tarde mantiene
o vuelve a sepultar a su albedrío.
La tierra es de volcán y corriente tectónica,
de glaciar y tormenta, de octubre y primavera,
jamás de anhelo roto y labio huido,
de fría madrugada de insomnio y desvarío.
En qué despeñadero de qué desilusión, decidme,
bajo qué lápidas de amor ausente,
cuándo, quién puede asegurar un sí, fui yo,
aquel que vio llorar la tierra un día.
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