Te me vas.
Te me estás yendo
rebosante de luz a tus espaldas,
cargada de tardes claras,
como un verano lento.
Llueve.
Sobre las sementeras del campo
va cayendo un agua inútil. Y en el reloj
sus agujas semejan
dientes de sable.
Me dicen mis cercanos que gasto mucho frío últimamente. Será porque es invierno o que ya pocas cosas me calientan. Será que estoy llegan...
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