Somos borde, orilla, margen.
Somos del sauce lágrima aguda, líquido
estante donde posar su caricia.
Somos ejido, remanso,
acuática brisa, sueño de enlaces
de un alto
anhelo entre labios distantes,
semillitas de diente de león
prófugas en el aire,
su terco afán que besos codicia.
Somos cirros que se arraciman al devenir
de la tarde,
vergel de adelfas, juncal y eneas.
Somos almíbar, perlas de anís,
copa de vino de pasas
que bebes sin prisa.
Y si una onda de agua te alcanza
el talón,
del martín pescador
fui su zambullida.
domingo, 5 de agosto de 2018
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