He llegado a ti
y no sé por qué me siento
afán aún
trepando por mi vieja escala solitaria.
Lejanas rebeldías quizás
por oler de noche a dama.
Y eran veranos, supe hoy.
Tú ya eres lo bonito que yo ansiaba.
Tú mi llegar, mi fin, mi selva jazmín.
Si digo abra
tú completas el cadabra. Si polisón,
nardos tus dientes braman. Si testuz,
tú, búfala risa, de agosto galopas por pradera
en llamas.
¿Lo ves? En ti, trémula,
estertores vocea mi vieja ansia.
Es la inercia.
Mas nuevos confines
intergalácticos
con tu
amarme traspaso.
Ascua avivada.
sábado, 4 de agosto de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Normalmente suelo tener más ganas de escribir que de leer. Lo sé porque me observo: al leer siento impulso hacia la escritura, pero casi n...
-
Un cénit de verano sobre la vertical señal de tráfico. Entre la escueta sombra, o férvida sartén, y en la cuneta, resuella un pajarillo.
-
Cuando la vida se inclinaba lentamente hacia el sueño; cuando las plantas y animales comenzaban a vivir su diario intervalo de leve in...
-
Habito entre las ruinas de lo que nunca fui. Respiro los retales de un aire imaginado. Pero incesante, en mi centro, este batir de alas: la...
No hay comentarios:
Publicar un comentario