que respiro,
turbio de turba
y suspiros,
es este aire de aquí,
o el que tú,
envuelta en brumas
de tul,
estarás respirando
por mí.
Allá por las últimas alturas respirables le dijo el zángano último a la abejita reina: -Frótate una de tus últimas patitas por entre la úl...
No hay comentarios:
Publicar un comentario