Saciado de tus besos,
compréndeme,
me siento cual político que
ansiaba su poder,
que ayer gritaba,
infundía su fé, adoctrinaba.
Y hoy que lo alcanza calla y se vacia.
Mas no es mi caso.
Ni patrias ni banderas me quitaron
nunca el sueño.
No hay razón
que me abrigue
más que tu abrazo,
ni más color defiendo
que tus labios,
ni más poder pretendo
que estar junto a tu lado.
Dicho lo cual, lleno de ti,
soy como tierra preñada
que paciente espera y calla
lo que abril dirá por mí.
domingo, 2 de diciembre de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
SIETE PRÁCTICOS CONSEJOS HORTÍCOLAS Consejo número 1: Tierra volcánica, la más fértil. Pero si su bancal no está cerca de un volcán, no se ...
-
Un cénit de verano sobre la vertical señal de tráfico. Entre la escueta sombra, o férvida sartén, y en la cuneta, resuella un pajarillo.
-
Cuando la vida se inclinaba lentamente hacia el sueño; cuando las plantas y animales comenzaban a vivir su diario intervalo de leve in...
-
Habito entre las ruinas de lo que nunca fui. Respiro los retales de un aire imaginado. Pero incesante, en mi centro, este batir de alas: la...
No hay comentarios:
Publicar un comentario