El lunes va sin zapatos.
sin balas ni cartuchera.
El sol le escuece en los ojos
fuera de la madriguera.
Camina por las cunetas
de las siete carreteras.
El miedo es como un caballo
galopando en la pradera.
Los lunes no tienen techo
ni paredes. Todo es fuera.
En la guerra de los días
de otra semana cualquiera,
el lunes marcha descalzo,
con el alma en la trinchera.
P.D. Y el aire es gratuito. Y yo no quiero más que respirar.
lunes, 4 de mayo de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Si el poeta se duerme en su palabra, el pueblo al que le canta se empobrece. Si el pueblo se empobrece y adormila, el poeta se agranda, des...
-
Recuerdo con dulzura el aroma a colonia de hombres y mujeres que rodearon mi infancia. Hombres, eran hombres. Mujeres, íntegras mujeres. El...
-
Piezas para construir un poema: • Hemos cerrado nuestro taller de reparación de alas rotas de mariposa. • Pero muchos clientes siguen llama...
-
Allá por las últimas alturas respirables le dijo el zángano último a la abejita reina: -Frótate una de tus últimas patitas por entre la úl...
No hay comentarios:
Publicar un comentario