De niño siempre tuve perros.
Años más tarde dos hijas.
Abandoné a mis perros.
Mis hijas ya tienen novio,
y yo he vuelto con mis perros.
Pero ahora me miran con recelo,
desconfían.
Tal vez teman la llegada de los nietos.
Si el poeta se duerme en su palabra, el pueblo al que le canta se empobrece. Si el pueblo se empobrece y adormila, el poeta se agranda, des...
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