Allá por las últimas alturas respirables le dijo el zángano último a la abejita reina:
-Frótate una de tus últimas patitas por entre la última de tus entrepatas, que yo me voy. ¡Y ahí te quedas, asesina!
Normalmente suelo tener más ganas de escribir que de leer. Lo sé porque me observo: al leer siento impulso hacia la escritura, pero casi n...
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