Facultades de océano, de noche abierta y clara,
de horizonte en campiña, poseen las palabras.
La palabra en el aire es un vuelo infinito
de inabarcable efecto.
Como lluvia lejana me derramó la tarde
un lenguaje de nanas, caricias y amapolas.
A cuna madre y mayo noche sabe.
Me expando entre azoteas,
geranios y trompetas, helechos y aspidistras
de luminoso sol materno erguidos.
Más aún que a la tierra que heredamos,
superiores al tiempo y al olvido,
así son, vehículo de historia, las palabras.
lunes, 27 de enero de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Si el poeta se duerme en su palabra, el pueblo al que le canta se empobrece. Si el pueblo se empobrece y adormila, el poeta se agranda, des...
-
Recuerdo con dulzura el aroma a colonia de hombres y mujeres que rodearon mi infancia. Hombres, eran hombres. Mujeres, íntegras mujeres. El...
-
Piezas para construir un poema: • Hemos cerrado nuestro taller de reparación de alas rotas de mariposa. • Pero muchos clientes siguen llama...
-
Allá por las últimas alturas respirables le dijo el zángano último a la abejita reina: -Frótate una de tus últimas patitas por entre la úl...
No hay comentarios:
Publicar un comentario