Y de repente se abrió el cielo
y algo así como una luz cayó precipitada
y algo así como una voz pronunció un sonido atronador tal vez fueron palabras, no se sabe.
Y de pronto el campo yermo se llenó de espigas los peces saltaron solos del mar a los cestos de los pescadores el zoquete se volvió sabio el chafardero fenómeno sastre el gañán virtuoso violinista.
Oh bendito cielo gracias por tu orden por tu luz que has llenado este mundo de golpe de inigualables artistas elevaste lo mediocre el cantamañaneo a lo más alto y has hundido en el fango de una vez y por todas al iluminado al perseguidor al poeta único e irrepetible hijo de la luz y de la sombra.
Amén.
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