Palpita entre tu boca un alumbrar de estrellas,
un nacarado espectro de blancos incendiados
fulminantes de rayos, un vendaval de luces
abriéndose en lo oscuro caminando despacio.
Caminando despacio vibrando en lo futuro,
por cosechar su siembra de besos y de abrazos.
Aniquilada en brillos la noche se ha rendido,
presa de tu sonrisa, prisionera en tus labios.
miércoles, 7 de noviembre de 2018
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