Porque estás en todas las cosas,
ni siquiera la muerte acabará
con este empeño
de las cosas por hacerte presente.
La flor en mi ventana,
la música envolvente,
la lluvia que consuela,
varios folios siempre en guardia
-como cama al cansado cuerpo-
para ser lecho de versos.
Porque estás en todas las cosas,
en ellas seguiremos tú y yo,
ausentes,
presentes,
siempre.
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