En tu océano profundo
siento que floto
sujeto a una pequeña astilla.
Es mi gran tronco para no ahogarme.
Alrededor todo es niebla y aguas infinitas.
Mi verdad es esa astilla.
Verdad por la que sufro y lucho,
por la que siento de verdad y me siento verdad.
Verdad por la que lloro y respiro realmente
y sólo así comprendo mis lágrimas y el aire.
Amor y fe, y este ansia de salvación
en mitad de la ceguera.
miércoles, 22 de abril de 2020
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