Nos estamos volviendo en universo.
Dime: ¿tú también lo percibes?
Dos trocitos de un todo diseminándonos despacio en la gran noche opaca, donde a veces, distantes, brillamos todavía.
Conocernos, ya era un separarnos, nuestro big bang. Los abrazos, los besos, dándose, eran ya pasajeros en viaje de despedida.
También en la Tierra, los continentes, las islas, fueron un todo fundado en actitud de ruptura y huida.
¿Qué corrientes de convección no dejan de desgarrar nuestra unión?
¿Qué tectónica de placas nos separa
hacia distintas derivas?
Somos tierra, somos cosmos, somos naturaleza. Y somos compromiso.
Pero el ave amazónica canta recuerdos de aquel Sahara fértil y frondoso.
Así también yo canto en mi órbita celeste con ecos de tu voz hacia el espacio.
miércoles, 15 de julio de 2020
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