El día que me faltes
tendré cara de malva.
Y cantarán los mirlos
sobre altos cipreses.
Y agotará la lluvia
su fértil trapisonda.
Y todo será en vano,
la tierra y la semilla.
Porque aunque tú no estés,
mientras mi sangre corra,
serás el acueducto
que abrevará mi vida.
viernes, 3 de julio de 2020
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