jueves, 18 de febrero de 2021

 La oruga del limpiabó

se esconde en la concha 

de un caracol.


Sol, sol, sol.


Como el sol brillan las botas 

del gran señor.


Col, col, col.


Hierve la col en el nido 

de un ruiseñor.


Y en el balcón del halcón

luengas lonchas finas cuelgan

de buen jamón.


Jamón, jamón, jamón.


Saetas entona el barro

en las sandalias de esparto

de los pajarillos blancos.


Harto, harto, harto.


Dolor de espina dorsal. 

Vinagre, reúma y sal. 

Y la luna es un pañuelo de paño.


Daño, daño, daño.


El ruiseñor ha soñado

con peces color de estaño 

para sus pájaros blancos.


Llanto, llanto, llanto.


Sobre la espalda del limpiabó,

horizonte de alcanfor,

nunca amanece el sol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 Si el poeta se duerme en su palabra, el pueblo al que le canta se empobrece. Si el pueblo se empobrece y adormila, el poeta se agranda, des...