El buen puñetazo del boxeador
sobre la cara del contrincante
que le hace sangre
ilusiona
invoca al animal que lleva dentro
la dama
con abrigo de armiño.
La devuelve a lo selvático brutal
su respiración agitada es verdaderamente sincera
Alcanza un clímax súper orgásmico
Se siente cascada y aúlla como una loba animalmente poseída.
Mereció la pena el precio de la entrada.
miércoles, 8 de mayo de 2019
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