miércoles, 8 de mayo de 2019

El buen puñetazo del boxeador
sobre la cara del contrincante
que le hace sangre
ilusiona
invoca al animal que lleva dentro
la dama
con abrigo de armiño.
La devuelve a lo selvático brutal
su respiración agitada es verdaderamente sincera
Alcanza un clímax súper orgásmico
Se siente cascada y aúlla como una loba animalmente poseída.
Mereció la pena el precio de la entrada.



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