El amor, como las peleas, es cosa como mínimo de dos.
Lo cual es todo falso, como tantas cosas que se dicen, y más éstas, dichas de esta manera tan contundente y filosófica. Porque para amar o pelearse con uno basta.
Yo por ejemplo estoy todo el santo día de pelea conmigo mismo, aunque a veces me amo también.
Lo cual también es falso, no que no me ame a veces o esté todo el tiempo peleándome conmigo, sino que yo no soy uno sólo, soy un conjunto de seres formando un ser, algunos parecidos entre sí y otros muy diferentes, como los ángeles en el cielo o los demonios en el infierno. Unos se toleran. Otros se llevan fatal. Y así ando.
En fin, parece que hoy estoy bocú de filosófico. Será mejor dejarlo antes de acabar con gorra y vendiendo pseudolibros a veinte tronchos la unidad y esperando un wathsaap del Olimpo anunciándome que ya me están preparando un pedestal.
sábado, 20 de junio de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Normalmente suelo tener más ganas de escribir que de leer. Lo sé porque me observo: al leer siento impulso hacia la escritura, pero casi n...
-
Un cénit de verano sobre la vertical señal de tráfico. Entre la escueta sombra, o férvida sartén, y en la cuneta, resuella un pajarillo.
-
Cuando la vida se inclinaba lentamente hacia el sueño; cuando las plantas y animales comenzaban a vivir su diario intervalo de leve in...
-
Habito entre las ruinas de lo que nunca fui. Respiro los retales de un aire imaginado. Pero incesante, en mi centro, este batir de alas: la...
No hay comentarios:
Publicar un comentario