Somos la pareja perfecta
que siempre esperará
ese baile final
que nunca llegará.
Estuvimos bien cerca de bailar
el vals de las estrellas.
Pero no llegará, mi amor,
pero no llegará.
Y lo que es peor,
la luz del día nos aparta
de la luz de la noche.
Nos arrastra y nos lleva.
Cada vez más lejanos,
cada vez más ausentes,
como diría Miguel Hernández.
Qué cerca estuvimos mi amor,
de bailar el vals de las estrellas.
Hay momentos en mi vida que me hacen más falta tus besos que el aire.
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