Cesado el torbellino,
aún te me apareces.
Intacta.
Como una rosa ilesa
después de la tormenta.
Atrás quedaron los bosques laberínticos,
el estrépito de ramas azotadas,
la marabunta de hojas
que nos nublaban el suelo.
Tal vez ahora,
bajo un cielo limpio y calmo,
habitamos por regiones
alejadas de toda inclemencia.
Invisible en el aire,
como un aroma,
aún eres verdad sobre la tierra.
domingo, 21 de junio de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me dicen mis cercanos que gasto mucho frío últimamente. Será porque es invierno o que ya pocas cosas me calientan. Será que estoy llegan...
-
Si el poeta se duerme en su palabra, el pueblo al que le canta se empobrece. Si el pueblo se empobrece y adormila, el poeta se agranda, des...
-
Ayer fuiste pirómana, hoy bombera. Si pudiera elegir te haría barrendera. Entreabro las ventanas porque vuelve el calor. Cualquier mínima b...
-
Poeta de cartera. Y no por lo económico, sino por el tamaño. En un bolsillo cabe, en una billetera -por haberlo doblado en tantas parte...
No hay comentarios:
Publicar un comentario