1
No le busques tres qué
al rosal.
Huele bien, daña mucho.
Y ya no hay más.
Si quieres saber lo tercer,
llégale con suavidad.
2
Mañanita nublada.
Pienso en tus brazos.
Soy una gacela asustada
dentro del prado.
Aúlla el viento en la vaguada.
No estoy a salvo.
La luz está amenazada,
y el corazón se ahoga en llanto.
Buena amada,
el sol se escondió en tus brazos.
3
Porque me quieres, bésame.
Porque te quiero, me encantaría besarte.
Ten mi boca, pon la tuya.
Ya lo ves, así de fácil.
Entre zarzas y claveles,
caminaremos besándonos.
Con y sin nosotros,
la tierra seguirá girando.
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