sábado, 6 de junio de 2020

TREN DE LAS CUATRO

El viento es el maquinista
del tren de las cuatro.

En abril es amplio el campo.
Y el sol se estira como los lagartos.

Las señoritas no usan sombrero.
Y los corazones se tienden descalzos.

En julio los abanicos
airean sueños arcanos.

Llega octubre cargado de miel.
Pero se fue.

Y enero no trae lo que llevó ayer.

Detrás de la ventanilla,
el campo es una gavilla
de esparto.

Vuelve el topo a su guarida.
Solitario.

Cumbres nevadas,
hondos barrancos blancos.

Pasa el tren de las cuatro.

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