Contemplé la Piedad de Murillo
y la Asunción de Valdés Leal
hasta que la obra ya estaba en mí.
Pero un deseo innombrable ansiaba
traspasar mis límites:
yo, río, queriendo llegar, penetrar, morir
en otro río o en el mar.
La obra en mis aguas quería inundar
otras aguas.
La obra en mis aguas
queriendo morir
en otras aguas
para seguir creciendo,
seguir realizándose.
Entonces comprendí
que yo no era su fin,
sino parte de su camino.
sábado, 12 de mayo de 2018
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