jueves, 24 de mayo de 2018
En tiempos me enamoraba a cada instante de cada muchacha que pasaba en bicicleta por cualquier calle tuya. Entonces también me sabían superiores las porciones de tarta vegetal en tu patio de San Eloy. Entonces era sublime aquel amarillo encubridor de la luz de tus farolas, lo salado de tus altramuces, y no tuvo nunca jamás mejor punto el mojo picón de tus churrascos, oh sí, ahora al recordarte estoy en ti, aquel yo en aquella Sevilla, y no cuando pisaba tus calles, hace unas horas.
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